En 1986 se acercaban por primera vez al público murciano los trabajos arqueológicos realizados en las inmediaciones de Jumilla con la exposición ‘Diez años de excavaciones en Coimbra del Barranco Ancho’, celebrada en la sala San Esteban. Ayer se inauguraba, en las dependencias que la Universidad de Murcia (UMU) tiene en el el antiguo Cuartel de Artillería, ‘30 años de investigaciones en Coimbra’, la lógica continuación de estos dos decenios de trabajos y hallazgos.

La muestra, organizada por la UMU junto al Ayuntamiento de Jumilla, la Dirección General de Cultura y la Fundación Adendia, contó ayer en su apertura con la presencia de dirigentes de estas instituciones y entidades.

Paneles informativos recorren mediante textos y fotografías los avances realizados en estos 30 años, aunque lo más agradecido para el espectador son las piezas extraídas en las sucesivas excavaciones que los comisarios de la exposición, José Miguel García Cano y Emiliano Hernández Carrión, han traído hasta Murcia.

Coimbra del Barranco Ancho se localiza a 4,5 kilómetros al sur-suroeste de Jumilla, en la estribación septentrional de la sierra de Santa Ana. El conjunto ibérico está formado por el poblado, un santuario y un grupo de tres necrópolis de incineración.

Los comisarios recuerdan que los trabajos comenzaron en 1976, “cuando un grupo de alumnos y profesores de la UMU nos incorporamos al equipo de excavaciones que, dirigido por Ana María Muñoz, inició las investigaciones de campo en el gran yacimiento ibérico”.

Así, los primeros diez años se centraron en el conocimiento del poblado, mientras que en 1980 se iniciaron las excavaciones sistemáticas en la necrópolis, con un gran hallazgo científico en 1981: uno de los pilares-estela más completos y mejor conservados de los recuperados hasta la fecha e la España ibérica. “Entre 1981 y 1986 se compaginaron las excavaciones en ambos recintos”, recuerdan, “y se comenzó a intervenir en la necrópolis de La Senda. Aquí se efectuaron tres campañas, localizándose 32 nuevos enterramientos de incineración, cuyo estudio ha permitido conocer la entidad real de la necrópolis”.

En 1986, se interrumpieron los trabajos de campo, “para estudiar los materiales y realizar las preceptivas memorias de excavación”, explican, y se realizó la citada muestra en San Esteban, “que ahora se ha puesto al día” y que lleva a los comisarios a desear que “dentro de 20 años podamos celebrar el medio siglo de trabajos con otra excelente exposición”.



Fuente: El Faro de Murcia